Para el presidente de la Comisión de Biodiversidad y Recursos Naturales, Carlos Viteri, el proyecto de Código del Ambiente ha tenido la más amplia participación democrática y pluralista, con los más diversos actores de la sociedad, inclusive, de los sectores urbanos que están preocupados por la temática ambiental en las ciudades.
“Este código se nutre de toda la diversidad del país, lo que le da una enorme legitimidad y la certeza de que es una ley anclada a la participación ciudadana y, por tanto, será asumida por los ecuatorianos, a fin de aprovechar de manera responsable ese maravilloso patrimonio que tenemos como país”, enfatizó.
Informó que la comisión realiza una revisión detallada, profunda y minuciosa de la nueva versión del Código del Ambiente. Es una nueva versión, porque a partir del primer debate hemos tenido la contribución amplia de actores sociales, colectivos, academia, que también incluye un proceso de consulta prelegislativa, con una participación de cerca 4 mil ciudadanos y un centenar de entidades que han sido recibidos en comisión general, resaltó.
Anunció que el próximo miércoles revisarán el Libro Tercero relacionado con la calidad ambiental, en donde se regula la responsabilidad y los procedimientos que deben observar los distintos actores públicos y privados en actividades que puedan tener sensibilidad en el ambiente.
Informe para segundo debate
Espera terminar la revisión y sistematización de las observaciones y sugerencias hasta fines de este mes y tener listo el informe para el segundo debate en agosto.
Carlos Viteri señaló que en la socialización recibieron propuestas sobre el cuidado de los páramos y la posibilidad de un aprovechamiento sustentable de los mismos, a la vez que advirtió que el ecosistema del páramo requiere todo el cuidado necesario. El Código de Ambiente garantiza que las comunidades, básicamente los pueblos ancestrales, tengan la posibilidad de desarrollar sus actividades ancestrales y, en coordinación con la autoridad ambiental, definir los mecanismos de protección del ecosistema, añadió.
Además, señaló que el código se refiere a los recursos marinos costeros, “resulta imperativo proteger las playas, los espacios comunes, de interés público, a fin de que no se imponga el interés privado, que hace que en algunos casos se quiera ganar terreno al mar, vulnerando los posibles riesgos”, al tiempo que expresó que el tema tiene relación con el cuidado ambiental y la planificación del asentamiento humano.
Actores
Tras reiterar que el proyecto fue sometido a consulta prelegislativa, resaltó que hubo una amplia participación de la academia, como universidades, estudiantes, docentes, investigadores y científicos que han expuesto sus puntos de vista.
Tuvimos la participación de colectivos interesados en la temática ambiental, en proteger ecosistemas como los manglares, páramos, los moretales y el bienestar animal, subrayó, al indicar que los gobiernos autónomos descentralizados parroquiales, cantonales y provinciales; los Ministerios de Agricultura y del Ambiente, Senagua, Senplades, Consejo Nacional de Competencias, entre otras, también dieron sus aportes.
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