En el marco del estudio del articulado del proyecto de Código Orgánico de Salud, la mesa Especializada, que preside William Garzón, recibió a varios técnicos y especialistas, quienes formularon observaciones respecto de la garantía de los derechos de niñez, adolescencia y jóvenes, la importancia de la promover la lactancia materna y los mecanismos para establecer los costos de los medicamentos.
Respecto del primer tema, Leonor Fernández, de Child Fund y la Red Primera Infancia, reiteró que dentro del Código se deben determinar con claridad los principios y enfoques relacionados con el bien superior del niño y la niña, así como el carácter de este segmento poblacional como grupo de atención prioritaria.
Calificó como importante incluir aspectos relacionados con la vacunación, con un sentido de corresponsabilidad ciudadana, presupuesto adecuado y el establecimiento de mecanismos de rendición de cuentas sobre el uso de tales recursos. Así mismo, que se prohíba la utilización indiscriminada de la palabra fórmula, así como la donación de estos productos que, en ningún caso, reemplazan la eficacia y los beneficios de la lactancia materna.
Entre tanto, Laura Cotarelo, de Plan Internacional, solicitó que se incluya la existencia de espacios educativos libres de violencia, que se reconozca la salud como un estado de bienestar físico, mental y social, tomando como base la prevención. Así mismo, que se contemple la prevención del embarazo adolescente y también del embarazo infantil, que -lamentablemente- se produce con frecuencia en nuestra sociedad, atado generalmente a condiciones de violencia.
De su lado, Jaime Espín, experto en política farmacéutica europea, consideró necesario que se determinen en el Código factores y parámetros específicos para el establecimiento de costos de los medicamentos, sobre la base de la calidad de los mismos.
Explicó que, por ejemplo, una de las estrategias más usadas en países de Europa como parte de un acuerdo entre el Gobierno y la industria farmacéutica para que el precio se fije de acuerdo con el volumen de ventas, así como respecto de la eficacia de los componentes activos del medicamento. Así, si el costo del producto es de 100 y se administra pacientes con cáncer, se estipula el pago de 50 y si hay un alto porcentaje de bienestar de los usuarios, se cancela los 50 restantes. Si no se observa tal mejoría, se devuelve el dinero al paciente.
Wilson Merino, asambleísta por un día, puso en la mesa de discusión el tema de la desnutrición, que es producto de la pobreza multidimensional en la salud infantil, por lo que es necesario que el Código incluya políticas públicas orientadas a eliminar las causas.
El presidente del organismo legislativo, William Garzón, tras agradecer los aportes de los diferentes sectores que acudieron esta mañana, recordó que no se saca nada dándoles a los niños mejor alimentación ni vitaminas, si es que no ataca las causas de la desnutrición, que es la falta de servicios básicos, sobre todo en las zonas rurales y periféricas.
Igualmente, subrayó que una de las prioridades de la mesa será la promoción de la lactancia materna, sin embargo, es imprescindible que se permita, en determinadas condiciones médicas de las madres el que se pueda acudir a suplementos que, de todas maneras, no contienen los mismos nutrientes que la leche materna.
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