Con 79 votos afirmativos el Pleno declaró el 15 de septiembre de cada año como Día Nacional de la Democracia en el Ecuador, con el objetivo de fortalecer la democracia en nuestro país, celebrar el retorno a la misma e incentivar el respeto y la convivencia de los ciudadanos, también promover el bien común, profundizar la consolidación y calidad de la democracia en nuestro país.
Es por ello que se reconoce a la democracia como un régimen político respetuoso de los Derechos Humanos. Estas consideraciones renuevan el compromiso de la Asamblea Nacional con valores democráticos consagrados en la Constitución de la República. La declaración exhorta a todas las instituciones del Estado a continuar ejerciendo sus potestades y difundiendo sus valores cívicos democráticos que lo convierten en un actor fundamental de la actividad política del país orientada a la consecución del bien común.
El presidente de la Asamblea Nacional, César Litardo Caicedo, autor de esta iniciativa señaló que el Ecuador celebra 40 años de retorno a la democracia; a nivel internacional, se celebra el 15 de septiembre de cada año, lo cual constituye una oportunidad para proponer e implementar nuevas formas de fortalecer la democracia y buscar respuestas a los desafíos sistémicos que enfrenta.
El titular del legislativo recordó que el expresidente de la República, Jaime Roldós Aguilera, fue enfático al precisar que “las democracias no deben ni pueden ser débiles”. Fecha memorable donde Ecuador abandonó el autoritarismo militar para cambiar por los derechos y libertades de los ciudadanos.
Para consolidar la democracia en nuestro país se dieron procesos y escenarios positivos y negativos, todos orientados a construir acuerdos mínimos a fin de fortalecer la institucionalidad, misma que no debe depender de un pequeño grupo de hombres y mujeres. Estos 40 años del retorno a la democracia nos dejan lecciones que deben ser asumidas con compromiso y responsabilidad de todos los ecuatorianos quienes debemos caminar hacia la gobernabilidad que debe ser construida de manera colectiva, agregó.
Litardo mencionó la importancia de construir instituciones fuertes ya que las democracias no pueden ser débiles, por tanto, la Asamblea Nacional constituye el órgano guardián del orden constitucional y la lucha por una democracia sustantiva de calidad por y para la gente. En Ecuador existe independencia de funciones de Estado. El Parlamento es un ente pluralista que camina para hallar una solución a la problemática social mediante el diálogo y la tolerancia, sostuvo.
Condecoración y Acuerdo Legislativo
De inmediato, al Hemiciclo Nela Martínez, acudió Martha Roldós, hija del expresidente Jaime Roldós Aguilera, a quien se le otorgó la condecoración “Asamblea Nacional de la República del Ecuador, General Eloy Alfaro Delgado”, como una forma de rendir homenaje póstumo al exmandatario de la República del Ecuador (1979-1981) por su compromiso, visión progresista y transformadora que nutrió con un mensaje de esperanza a la construcción de la democracia con enfoque propositivo y de contenido social.
En el marco de los 40 años de retorno a la democracia, se entregó un Acuerdo Legislativo, por el cual se determina que luego de cuatro décadas de esta histórica transición, es imperativo orientar esfuerzos y capacidades para fortalecer los procesos de cambio que precisa la sociedad. El reconocimiento valora el liderazgo de Jaime Roldós Aguilera, ciudadano de excelsas cualidades que priorizó la defensa de los esenciales valores humanos que propició puentes fraternos en la comunidad andina y latinoamericana con profunda convicción democrática.
De inmediato, el segundo Vicepresidente de la Asamblea Nacional, Patricio Donoso destacó las virtudes y legado del exjefe de Estado, quien con su pensamiento progresista y su accionar traspasó las fronteras para enarbolar la bandera de la democracia.
Por su parte, Martha Roldós, exaltó el trabajo emprendido por su padre en la lucha por la democracia y la vigencia de los derechos humanos. Destacó su pasión por la política, vida familiar y profesional de Jaime Roldós Aguilera. Precisó que la democracia es, era y sigue siendo un asunto de vida o muerte y puso como ejemplo lo que está pasando en países como Venezuela y Nicaragua. “Para luchar por la democracia se debe reflexionar sobre la necesidad de respetar la verdad, la transparencia y justicia”, finalizó.
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