Marcos López, delegado del Presidente ante la Junta Monetaria de Política, Regulación y Estabilidad Financiera, en la Comisión de Régimen Económico, dijo que es necesario devolver la autonomía técnica del Banco Central del Ecuador a fin blindar la dolarización, lo cual permitirá la estabilidad financiera del país.
Este pronunciamiento lo formuló en el marco del análisis del tratamiento del proyecto de Ley Orgánica para la Transparencia Fiscal, Optimización del Gasto Tributario, Fomento a la Creación de Empleo, Afianzamiento de los Sistemas Monetario y Financiero y Manejo Responsable de las Finanzas Públicas.
El funcionario precisó que este proyecto está orientado a alcanzar coherencia entre los generadores de política, regulación, control monetario y financiero. Los objetivos de esta normativa se enfocan a blindar la dolarización, dotar de autonomía técnica al Banco Central, dotar de autonomía técnica a la Junta de Política, Regulación y Estabilidad Financiera; mejorar la gobernanza de la banca pública; adaptar las políticas, regulaciones y control en el respectivo campo de competencias a las mejores prácticas internacionales; y, armonizar este código con otras normas.
El Banco Central (BC) sufre una descapitalización sistemática por años, lo cual le obligó a generar la obligación doméstica para establecer niveles de liquidez, según López. Además, precisó que esta entidad, al momento, no es autónoma y tiene que responder a cuestiones de tipo político más que técnico.
La autonomía del BCE permitirá su recapitalización progresiva; prohibición de actividades fiscales y cuasifiscales; así como la intervención en remediación financiera que se logrará solo cuando exista liquidez propia y el restablecimiento de los cuatro sistemas: encaje, monetario, crediticio y cambiario en el balance general.
Esto permitirá autonomía en decisiones de política monetaria y cambiaria, implementación de la política monetaria, contribuir a la estabilidad financiera, evaluar los riesgos a la estabilidad financiera para proponer medidas macroprudenciales a la Junta de Política, Regulación y Estabilidad Financiera, igualmente, reservar, administrar la reserva internacional, el sistema central de pagos, actuar como agente fiscal financiero y depositario de recursos públicos.
Respecto a la Junta de Política, Regulación y Estabilidad Financiera, esta también debe tener autonomía e institucionalidad. Debe estar conformada con miembros independientes idóneos, establecer requisitos para nombramiento, política estricta de conflicto de intereses, causales de remoción, períodos fijos de permanencia con renovación parcial.
La Junta se encargará de la política y regulación financiera, seguros, formular políticas crediticias; establecerá plazos máximos de castigo de las entidades financieras del sector popular y solidario, reformas a las infracciones y regulación al procedimiento administrativo sancionador, regulación a la transferencia de activos y pasivos de las organizaciones del sector financiero solidario. Esta Junta reemplazaría a la actual Junta de Política y Regulación Monetaria y Financiera.
Preocupaciones
Una vez que expuso sus argumentos Marcos López, llegó el turno de intervención de los asambleístas. A Gabriela Larreátegui le preocupa que existen plataformas tecnológicas que captan recursos y otorgan créditos, sin embargo, son inexistentes a la luz de la normativa y conviene regularlas para resguardar los recursos de los ciudadanos, además no existen requisitos de auditoría interna para aquellas cooperativas que tienen menos de cinco millones de dólares como capital. No está de acurdo con la integración del directorio del Banco Central que tiene solo miembros de la Presidencia de República.
Por su parte, el legislador Patricio Donoso se refirió a la emisión inorgánica que se realiza a través de bonos. Conviene saber quién controla y decide qué bonos se emite y se éstos son puestos al mercado, se preguntó, el que compra es el que mejor paga, por ello, cree que se debe definir con anterioridad las características de esos bonos, es decir, valor y plazo; además, si la autonomía del Banco Central lleva a suponer que habrá más control de la deuda pública, dijo.
Vicente Almeyda dijo que le preocupa que la Superintendencia de Bancos se lo sustituya por un director de supervigilancia que será designado por el Banco Central, lo cual, a su criterio podría ponerse en riesgo los dineros de los depositantes. Es necesario que exista un control adicional que preserve esos recursos para que no vuelva a pasar el feriado bancario. Como está la normativa, esa potestad solo tiene el Banco Central. La regulación debe venir consensuada por otra institución u organismo del Estado que brinde seguridad al depositante, agregó.
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