Reducir, reutilizar y racionalizar el plástico de un solo uso son los objetivos del proyecto de Ley que tramitó, en primer debate, el Pleno de la Asamblea Nacional. La norma plantea que la disminución de este material sea de manera progresiva y, para ello, determina mecanismos para la prevención: sensibilización y educación, así como para el desincentivo.
Según Esteban Albornoz, presidente de la Comisión del Desarrollo Económico, el proyecto replica las buenas experiencias de otros países, pues 127 han adoptado legislación para regular bolsas plásticas. La Unión Europea se puso una meta para 2019. Exige que sus Estados miembros no superen más de 90 bolsas de plástico ligeras por persona.
Además, dijo, hay razones económicas, ambientales y de salud para tratar este tema. El nivel de reciclaje es de menos del 10 %, mientras la producción se ha incrementado en 20 veces más en los últimos 50 años; en el mundo se consumen 5 billones al año, casi 10 millones por minuto y en Ecuador se producen cada año 500 mil toneladas. Más de 8 millones de toneladas por año van a los mares. Se estima que los daños económicos en los océanos son de 13 mil millones de dólares.
Por otra parte, los científicos han encontrado microplásticos en 114 especies acuáticas y más de la mitad de ellas son habituales en nuestra dieta, explicó el asambleísta, quien argumentó, también, que el proyecto forma parte de la Agenda 2020. De manera directa se relaciona con dos objetivos: el 12, referente a la producción y consumo responsables y el 14, que habla sobre la vida submarina.
El proyecto contempla la planificación, vigilancia y control del uso del plástico de un solo uso, la obligaciones que tendrán los Gobiernos Autónomos Descentralizados, acciones para la sensibilización y fomento para la reducción de este material, así como un capítulo sobre infracciones y sanciones.
De acuerdo con los legisladores, es fundamental generar una alta concienciación y sensibilización, a fin de cambiar nuestra cultura de consumo y crear nuevos hábitos. También resaltaron la importancia que ha tenido el plástico en nuestras vidas, pero que es necesario buscar otras alternativas, para lo que se requiere apoyar a los industriales con nueva maquinaria y a los emprendedores.
Depende de nosotros: del Estado, productores y consumidores. El problema no es del plástico, sino de lo que hacemos con él, expresaron en el debate los parlamentarios, citando a Erik Solheim, director ejecutivo de ONU Medio Ambiente. Consideraron que el reciclaje ya no es toda la solución, sino la reutilización. En ese sentido, también solicitaron que se repete los avances que han tenido algunos municipios, con políticas ambientales, en este tema.
Señalaron que la norma debe concentrarse solo en la disminución de plástico de un solo uso y no incluir a la utilización de fundas biodegradables, como una alternativa de sustitución, porque estas necesitan de temperaturas de más de 50 grados para degradarse y en el mar no tiene efecto este proceso.
Hicieron un llamado para que la Asamblea Nacional haga cumplir la resolución aprobada hace más de un año para que esta Función del Estado sea libre del uso de plásticos de un solo uso.
Creen que el Parlamento debe sintonizar y escuchar las voces de miles de niños y jóvenes, de cuidar nuestro planeta. Además, que se debe armonizar nuestra legislación con instrumentos internacionales, en esta materia, así como con otras normas nacionales, como el Código del Ambiente, que incluye una obligación para los Gobiernos Autónomos Descentralizados de crear políticas de reciclaje.
LILA/cz
