En la Comisión del Derecho a la Salud y Deporte, Mario Molina, subsecretario de Articulación Territorial y Manuel Suárez, director de Política Aduanera, se pronunciaron sobre proyecto de Ley para reducir la pérdida y el desperdicio de alimentos y mitigar el hambre en personas vulnerables, previo a la elaboración del informe para segundo debate.
El Subsecretario de Articulación Territorial, del Ministro de Inclusión Económica y Social consideró que los alimentos que no se encuentran clasificados como de alto riesgo y que se están destruyendo deben ser direccionados a familias en condiciones de vulnerabilidad, principalmente, por su condición socioeconómica o por encontrarse en situación de riesgo y emergencia; personas pertenecientes a grupos de atención prioritaria, comunidades, pueblos y nacionalidades y personas afectadas por la pandemia.
Molina explicó que en Ecuador el 27.2% de niños menores de dos años y el 23% de menores de cinco años se encuentran en condiciones de desnutrición crónica infantil. Cree que el proyecto debe ser integral, enfocado en toda la cadena de producción. Hizo cuestionamientos como especificar los mecanismos de incentivos a empresas y productores donantes; además que los procesos sean de fácil ingreso para las empresas.
A su vez, Manuel Suárez, en representación de la Directora General del Servicio Nacional de Aduana del Ecuador, dijo que la institución no tiene una observación puntual al proyecto porque su ámbito de aplicación no se relaciona con las mercancías que ellos controlan dentro de lo que es el tráfico internacional de mercancías.
En otro orden, la Comisión recibió a una delegación de médicos y personal de salud que realizó una marcha en contra de la sentencia dictada de la Corte Constitucional respecto al artículo 25 de la Ley de Apoyo Humanitario.
Frente a esta situación, los legisladores presentaron su respaldo y se solidarizaron con el personal de salud que ha visto truncada la posibilidad de contar con un nombramiento definitivo y tener estabilidad laboral. Demandaron garantías para cubrir a todo el personal de salud y anunciaron que estarán vigilantes de los concursos de merecimientos.
Los galenos expresaron sus experiencias, reclamaron sus nombramientos y dijeron que en su momento no se previó las partidas presupuestarias para alrededor de 25.000 personas, que salvaron vidas y que tienen historias muy tristes al haber llevado el coronavirus a sus casas.
Miguel Ángel Crespo, médico que trabajó en primera línea en Ambato, mencionó que los médicos no son juguete de nadie. “Los ecuatorianos somos gente preparada. La lucha también es por los que fueron despedidos, nos engañaron jugaron con nosotros, me indigna, porque esto duele en el alma”.
Luis Villarruel, radiólogo de la Unidad de Cuidados Intensivos en Latacunga y por dos años en primera línea, preguntó que pasará con las promesas de una estabilidad laboral al tiempo de demandar respeto a sus derechos.
RSA/pv
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