El Pleno de la Asamblea, con la reinstalación de la sesión 22, retomó el primer debate del proyecto de Ley Orgánica de Comunicación, que tiene como objetivo garantizar el ejercicio integral y la plena vigencia de los derechos de la comunicación que comprenden: la libertad de expresión, de información, comunicación y acceso a la información pública que tienen las personas, comunidades, colectivos, pueblos y nacionalidades en su propia lengua y con sus propios símbolos.
Determina los deberes y las responsabilidades de todos los actores vinculados con el ejercicio de los derechos de comunicación, reconocidos en la Constitución y en los instrumentos internacionales de derechos humanos.
El cuerpo legal prevé los principios, deberes y responsabilidades de los medios y comunicadores sociales; crea la figura jurídica de los medios públicos, privados y comunitarios; se dispone su registro; de conformidad con la Constitución, crea el Sistema Nacional de Comunicación.
La presidenta de la Comisión Especializada Ocasional de Comunicación, Betty Carrilo, señaló que no se puede concebir una sociedad sin normas de convivencia, en un marco de respeto y tolerancia, con principios éticos y morales, donde no exista distorsión de la realidad al servicio de los intereses particulares.
Recordó que en el proceso de socialización del proyecto hubo activa participación de los sectores involucrados y de la ciudadanía en general, lo cual se constituyó en el mejor ejercicio democrático para el análisis de la propuesta.
Así mismo indicó que la Constitución vigente plantea la necesidad imperiosa de contar con un sistema de comunicación social que asegure el pleno ejercicio de los derechos de comunicación, información y la libertad de expresión, a fin de ir fortaleciendo la participación ciudadana, protegiendo y promoviendo la diversidad cultural, el ejercicio de la intercullturalidad y la plurinacionalidad, la creación de redes de comunicación, la incorporación de tecnologías en la información y en el proceso educativo y a través de éstas desarrollar y propiciar el enlace de la enseñanza colectiva en las actividades productivas y sociales.
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