En la mesa: Nueva Arquitectura Financiera del Foro Asia Pacífico, dirigida por la asambleísta ecuatoriana Rocío Albán se analizaron las propuestas de Ecuador y Malasia respecto a la posibilidad de crear un modelo financiero alternativo internacional.
El parlamentario Asyraf WajdiBin Dusuki, de Malasia, mencionó que la gestión de las “Finanzas Islámicas” se basa en la justicia, la transparencia y las dimensiones éticas, donde la especulación y cualquier forma de actividades dañinas están prohibidas, al precisar que el modelo tiene más de 2 trillones de dólares en servicios financieros a nivel mundial, creciendo a un promedio del 16.9% anual desde 2009.
Señaló que al momento tiene una presencia expandida en más de 70 países; estimula la inclusión y promueve la repartición de riesgos, contribuyendo, así, al fortalecimiento de la solidez y estabilidad financiera del sistema económico.
El asambleísta ecuatoriano Galo Borja recordó las crisis financieras que se dieron en Asia, Rusia, Brasil, Ecuador, Turquía, Argentina, Uruguay, Brasil, Estados Unidos y Europa, que mostraron la incapacidad del sistema financiero internacional para proteger a la economía mundial, lo que provocó un alto impacto en la vida de las personas, en especial de aquellas en situación de pobreza.
Por tanto, urge definir una nueva arquitectura financiera internacional (NAFI) regional sustentada en organismos internacionales que operen de manera más democrática, donde cada uno de los estados actúen en igualdad de condiciones respecto a sus similares manteniendo como finalidad el desarrollo de una política de equidad social, sostenibilidad ambiental y económica.
Mientras, Esteban Melo, representante de los migrantes ecuatorianos, sostuvo que los ganadores de la segunda guerra mundial se repartieron el poder y decidido, por la mayor parte de la población. El actual sistema financiero, a través del Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM), han obligado a los gobiernos a imponer políticas económicas en contra del pueblo, ahondando su situación de pobreza y la crisis.
Apoyó la inmediata creación del banco de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), como una entidad alternativa para generar equidad entre quienes prestan y quienes reciben, entre quienes invierten y generan los recursos, y los que utilizan el mercado internacional para financiar proyectos.
En todo caso, Ecuador y Malasia unificaron las dos propuestas, cuyo texto borrador habla de contribuir para una nueva arquitectura financiera, a partir de la integración económica positiva y justa; promover la interacción entre bancos del área Asia Pacífico y sus subregiones, para financiar emprendimientos pequeños, pequeñas empresas, pequeña producción; establecer compromisos de buenas prácticas sobre transparencia en la política monetaria y financiera. El texto pasará al Comité de Redacción para resolución definitiva de la plenaria del Foro Asia Pacífico.
MG/pv
