Por unanimidad de los 109 presentes, el Pleno de la Asamblea aprobó el Estatuto Migratorio entre las Repúblicas del Ecuador y Bolivariana de Venezuela, en vista de que guarda armonía con los principios establecidos en el artículo 416, numerales 6, 7 y 11 de la Constitución, que proclaman la ciudadanía universal, la libre movilidad de todos los habitantes del planeta y el progresivo fin de la condición de extranjero.
Este estatuto constituye un reconocimiento y avance en materia de derechos humanos fundamentales, fomentando su integración.
La decisión se fundamenta en el respeto a los derecho de las personas migrantes, que propicia su pleno ejercicio, mediante el cumplimiento de las obligaciones asumidas con la suscripción de instrumentos internacionales de derechos humanos, así como la integración política, cultural y económica de la región.
Se trata de un instrumento jurídico idóneo, constitucionalmente viable, que favorece los intereses de los ciudadanos migrantes ecuatorianos y venezolanos, a quienes les facilita el proceso para su regularización en ambos países.
El documento, que contiene 19 artículos, fue suscrito en la ciudad de Carcas, el 6 de julio de 2010, y de conformidad con el artículo 419, numeral 4 de la Constitución, requiere de la aprobación previa por parte de la Asamblea Nacional.
Constan temas de turismo, residencia temporal y permanente; disposiciones generales, transitorias y finales. La Corte Constitucional emitió el correspondiente dictamen previo y vinculante de constitucionalidad, lo cual viabilizó su aprobación.
A partir de la vigencia de este convenio, se facilitará la reunificación familiar, toda vez que nuestros connacionales podrán realizar viajes a Venezuela, hasta por 90 días, sin necesidad de visa, utilizando simplemente el pasaporte o cédula ecuatorianos, lo que coadyuva el ingreso a Venezuela de quienes viajan vía terrestre.
Eduardo Zambrano, vocal de la Comisión de Soberanía, Integración, Relaciones Internacionales y Seguridad Integral, ponente del informe, tras expresar su saludo fraterno a las comunidades ecuatorianas que están radicadas en Venezuela, aseguró que la migración no es un fenómeno nuevo, sino un hecho histórico que viene dándose de manera progresiva en las diferentes latitudes, por lo que este tipo de convenios bilaterales contribuyen a la regularización de la condición migratoria.
Añadió que, gracias al apoyo y decisión de los gobiernos, ha sido posible estrechar sus relaciones bilaterales, firmando acuerdos para beneficio de los migrantes en diferentes áreas, como la soberanía energética, el conocimiento, lo social, la seguridad y defensa, entre otros, rompiendo las políticas dominantes.
Indicó que el estatuto migratorio entre Ecuador y Venezuela es un convenio muy esperado por la comunidad de migrantes ecuatorianos, porque les permitirá su regularización en ese territorio, lo cual forma parte del eje de la soberanía social y del desarrollo productivo de los dos países, ya que en este instrumento se proclama, no solo la libre movilidad de todos las personas en el planeta, sino también el cumplimiento del plan nacional de desarrollo humano, la protección de los derechos de los trabajadores migrantes y sus familias.
Recalcó que Ecuador y Venezuela reconocen que no existen seres humanos ilegales y consideran la libre movilidad y tratamiento diferenciado que merecen las personas, por ello, ratifican la necesidad y conveniencia de facilitar la migración para terminar con su irregularidad. Por esas consideraciones, pidió a los asambleístas aprobar este estatuto migratorio.
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