Hoy en mi intervención en el Pleno de la Asamblea Nacional, reafirmé mi compromiso con la defensa de la soberanía y la paz del Ecuador. Me dirigí a mis colegas legisladores y legisladoras, así como al pueblo ecuatoriano que nos escucha, para expresar mi profunda preocupación frente a la reforma que propone eliminar las garantías constitucionales que prohíben la instalación de bases militares extranjeras en nuestro país.
Lo que ha ocurrido hoy en la Asamblea Nacional es un atropello a la democracia y al Estado de derecho. Se ha dado paso a una evidente persecución política contra una exasambleísta que siempre actuó con firmeza, ética y compromiso con el país.
Hoy participé en una reunión de trabajo en la Comisión de Protección Integral a Niñas, Niños y Adolescentes, un espacio de diálogo abierto y de construcción colectiva, donde reafirmé mi compromiso firme con la niñez y la adolescencia de nuestro país.
En estos meses, el presidente Daniel Noboa ha recibido todo lo que pidió: leyes aprobadas con carácter de urgencia, reformas a su medida, respaldo desde el poder legislativo. Sin embargo, a pesar de contar con todo ese poder, no ha hecho nada que realmente beneficie al pueblo ecuatoriano.
En las dos primeras sesiones del Pleno de la Asamblea Nacional, no se nos ha permitido tomar la palabra. El pueblo eligió a 66 asambleístas de la Revolución Ciudadana, y aun así, se nos ha negado el derecho básico de intervenir en los debates.
Durante una entrevista que ofrecí a Radio Majestad, relaté un hecho que considero grave y que pone en duda la transparencia del proceso electoral. Entre el 5 y 6 de mayo mantuve una reunión con Diana Atamaint, presidenta del Consejo Nacional Electoral, acompañada por uno de sus asesores, y con Virgilio Hernández, parlamentario andino.
En mi calidad de asambleísta coordinador, instalé y dirigí la sesión de conformación de las autoridades de la Comisión de Protección Integral a Niñas, Niños y Adolescentes. Fue un espacio de gran responsabilidad y compromiso, donde dimos inicio a una etapa clave para el fortalecimiento de los derechos de la niñez y adolescencia en nuestro país.
Hablaron de “construir y no dividir”, pronunciando esas palabras con solemnidad, como si realmente creyeran en la unidad, en el diálogo y en el respeto mutuo. Sin embargo, minutos después, demostraron lo contrario. Nos silenciaron arbitrariamente, negándonos el derecho a expresarnos y a representar la voz de miles de ecuatorianos que confiaron en nosotros a través del voto popular.
En estricto cumplimiento al artículo 17 del Reglamento para la Implementación del Parlamento Abierto en la Asamblea Nacional.
Con responsabilidad, firmeza y compromiso, iniciamos este período legislativo enfocados en el bienestar de los ecuatorianos. Nuestro trabajo en la Asamblea será guiado por un solo principio: defender los derechos del pueblo y promover leyes que impulsen el desarrollo, la justicia y la equidad.