El compromiso que tenemos con el servicio público es la búsqueda de soluciones a los problemas del país, afrontando de manera radical acciones para cambiar todo aquello que deba cambiarse.
La ciudadanía sabe cómo desde el Ministerio del Interior combatimos las mafias que intentaron tomarse la institucionalidad de la seguridad y logramos hitos históricos en la prevención, la desarticulación de bandas criminales y la disminución de muertes violentas, jugándonos el todo por el todo.
Y así como en el terremoto de abril del 2016 nos trasladamos al corazón de la emergencia en la ciudad de Pedernales, de igual manera desde la Presidencia de la Función Legislativa impulsamos de manera directa una profunda tarea de fiscalización, convirtiendo a la Asamblea Nacional en el epicentro de la lucha contra la corrupción y la impunidad.
En esta cruzada por la ética convocamos a todas las bancadas de la Asamblea, y una muestra de este nuevo accionar es la votación unánime con la que culminó el día de ayer el Juicio Político contra el ex Contralor Carlos Pólit.
El control político es una atribución de la Asamblea Nacional, pero constituye además la esencia de la democracia, y por eso, el tránsito de la palabra a la acción será la principal característica de todos los procesos fiscalizadores que vamos a emprender, caiga quien caiga, sin ninguna clase de miramientos o negociaciones, porque la fe pública es sagrada.
El juicio político que se fundamentó, desde lo legal, en el artículo 233 de nuestra Constitución, pero que en lo moral se sustentó en la exigencia de 16 millones de ecuatorianos, porque los actos de corrupción no solamente representan un perjuicio a las arcas públicas, sino que afectan la confianza de los ciudadanos en nuestro sistema político y en la vigencia de nuestras instituciones.
Tengan la certeza de que este período será recordado precisamente por la lucha implacable que mantendremos contra estos males que no son compatibles con un verdadero Estado de Derecho.
Y le advertimos a todos quienes pretenden hacer mal uso de los dineros públicos o incumplir los deberes para los cuales han sido designados: ¡que no lo intenten!, porque a esta Asamblea Nacional no le va a temblar la mano para señalar a quienes sean responsables de casos de corrupción, por acción o por omisión, como lo estamos demostrando.
Estamos liderando el proceso de fiscalización más importante en los últimos 20 años, y llamamos a la ciudadanía para acompañarnos en esta labor, porque la limpieza de las redes de corrupción nos debe comprometer a todos: en el sector público, en el sector privado y en cada una de las acciones que emprendemos, para construir una verdadera cultura ciudadana contra la corrupción y dejarle a las nuevas generaciones un Ecuador libre de estas prácticas y delitos que podemos considerarlos de lesa humanidad en tanto impiden el ejercicio de los derechos de la ciudadanía.
No hablamos solamente de dinero, sino fundamentalmente de seres humanos, de generaciones de ecuatorianos que crecieron sin acceder a sus derechos legítimos, o que se vieron obligados a emigrar en busca de sustento, porque los fondos que debían destinarse a salud, educación, producción, seguridad, atención de enfermedades catastróficas o pago de jubilaciones, eran desviados a cuentas particulares que se ocultaban y continúan ocultándose, en paraísos fiscales.
Por eso, en respuesta al mandato de la Consulta Popular del 19 de febrero, cuando el pueblo soberano del Ecuador decidió que para ejercer cargos públicos no se pueda mantener cuentas en estas guaridas de evasión y ocultamiento, en estas semanas vamos a entrar de lleno al segundo debate de la ley sobre estos supuestos paraísos. Esperamos ver que todas las bancadas respondan a esta orden directa del pueblo, porque la lucha contra la corrupción no puede tener banderas partidistas, sino un solo tricolor nacional.
Y de igual manera presentaremos el Proyecto de Ley Anticorrupción, que cuenta ya con el respaldo de más de 100.000 firmas, porque necesitamos una normativa que determine con claridad qué es la corrupción y cómo se la debe combatir para no tolerar nunca más casos de impunidad en nuestra Patria.
Porque si antes la corrupción se ocultaba y se auspiciaba desde instituciones como el antiguo Congreso, hoy la combatimos con toda la fuerza de la razón y del corazón, desde la institucionalidad, y concretamente, desde esta Asamblea Nacional.
Le hemos enviado un claro mensaje al mundo entero: nuestra democracia goza de muy buena salud, nuestros principios ni se compran ni se venden y no aceptamos la corrupción en ninguna de sus formas.
En esta Casa de Todos las puertas estarán siempre abiertas para que la ciudadanía pueda denunciar actos de corrupción o encubrimiento.
Que nadie lo dude: nos hemos jugado la vida por la ética, y seguiremos haciéndolo.
Asambleísta Nacional | Presidente de la Comisión De Justicia y Estructura del Estado | Movimiento Patria Altiva i Soberana. Visita mi Perfil
