El 19 de febrero, la ciudadanía expresó su voluntad democrática para estar representada en la Asamblea Nacional, con toda la diversidad territorial e ideológica del país y ese es el mandato que cumplimos en la Casa de Todos.
En la Asamblea trabajamos para cumplir con los grandes objetivos nacionales por los que el país expresó su voto y desde el primer día hemos unido esfuerzos con todas las bancadas, para cumplir con una agenda legislativa que responda a las necesidades concretas de la población, receptando aportes de los actores directamente involucrados y generando consensos que nos permitan elaborar normativas con visiones de largo plazo y de amplio espectro fundamentadas, no en casos particulares o en coyunturas políticas, sino en abstracto y en general, como le corresponde a la Función Legislativa.
El plan de trabajo y los ejes en los que se fundamenta le fueron expuestos a la ciudadanía desde el primer día y han sido la hoja de ruta que buscamos cumplir al pie de la letra.
Con una política clara de puertas abiertas, hemos mantenido talleres, foros, mesas de trabajo y reuniones con amplios sectores y esa intensa participación ciudadana nos ha permitido incorporar diversos puntos de vista en el proceso de formación de las leyes, con transparencia, diálogo y un profundo sentido de Patria.
Una de las grandes metas nacionales en este período se centra en el aumento de la producción y el empleo, y para lograr este objetivo juntamos todas las voces y receptamos propuestas de empresarios y trabajadores, de maestros y estudiantes, de exportadores y pequeños agricultores, industriales, mineros, pescadores, artesanos, que junto a gremios y diversas organizaciones ciudadanas llegaron a exponer sus necesidades y esperanzas.
Con esta visión, durante los primeros 100 días de labores, el Pleno aprobó Resoluciones y Acuerdos, entre los más importantes: de formación de una comisión multipartidista para investigar los casos de ODEBRECHT; de rechazo a las expresiones racistas; de prevención de los accidentes de tránsito en las vías del país; de respaldo a nuestros migrantes deportados y también a los pacientes de enfermedades catastróficas; de condena a los actos de violencia contra las mujeres; de estrategias para fortalecer el diálogo y la participación ciudadana; de creación de la Comisión Aampetra que investigará los casos de abuso sexual cometidos contra niños y adolescentes; y en materia internacional, se aprobaron Convenios que permitirán el ingreso de productos ecuatorianos libres de aranceles hacia Nicaragua y El salvador y se ratificaron el Acuerdo de París y el Tratado de Nagoya, en observancia a los derechos de la Naturaleza que en Ecuador son norma constitucional.
Y estas Resoluciones y Convenios fueron aprobados con amplia mayoría u muchas veces con unanimidad, lo que demuestra el nuevo espíritu de la Asamblea Nacional, que se alimenta no de los disensos, sino de los acuerdos.
En este período, se aprobaron leyes fundamentales, entre las que se destacan la Ley de Semillas, la Ley de Sanidad Agropecuaria, la Ley sobre Paraísos Fiscales que responde a la Consulta Popular del 19 de febrero.
La lucha por una vida libre de violencia, por construir una sociedad de niños, adolescentes, mujeres y hombres que vivan sin miedo, es una aspiración nacional que asumimos a profundidad en la Asamblea y trabajamos en la construcción de una que erradique y prevenga todo tipo de violencia contra las mujeres y los niños, y lo hacemos de la mano con las organizaciones que conocen a profundidad del tema y aunando la voluntad de todas las Funciones del Estado para erradicar esta pandemia.
Un hito histórico para el país constituye haber logrado un Acuerdo con todas las Agencias de las Naciones Unidas, para que los Objetivos de Desarrollo Sostenible planificados hacia el 2030 sean vinculantes a la producción legislativa y a todas las iniciativas de las Comisiones y los Grupos Parlamentarios. Así la Asamblea se compromete en la práctica a trabajar por los grandes objetivos no solo del país sino de la humanidad, en cada ley, en cada normativa y en cada uno de sus actos.
Observando el derecho de los territorios, las Comisiones se han trasladado, por ejemplo, para sesionar sobre la Ley Amazónica a las provincias orientales; y llegamos con el Consejo de Administración Legislativa a la ciudad de Pedernales para determinar las necesidades legales de apoyo al proceso de reconstrucción. Y aplicando la decisión de llevar la Asamblea a territorio, el Pleno estuvo presente en el puerto principal del país, para celebrar las fiestas julianas y declarar a Guayaquil como Ciudad de Oportunidades.
En el campo internacional y en reconocimiento a las propuestas legislativas pioneras del Ecuador, al interior del Parlamento Latinoamericano y Caribeño Parlatino fuimos designados, a través de la Presidencia de la Asamblea, a la Secretaría Interparlamentaria, para representar a nuestra región ante los parlamentos del mundo.
Como un tema fundamental, la Asamblea en estas pocas semanas de actividades se ha destacado ya con acciones concretas encaminadas a desterrar la corrupción y terminar con la impunidad que históricamente se ha mantenido. El país fue testigo de las comparecencias del Fiscal General y el Vicepresidente de la República ante la Comisión de Fiscalización, así como del Juicio Político y la censura al ex Contralor Carlos Pólit. Y anunciamos que la competencia fiscalizadora de la Asamblea Nacional se cumplirá a cabalidad y a profundidad porque ese es nuestro compromiso con la Patria.
Al cumplirse 100 días de labores, agradecemos a todas las bancadas por su trabajo y exponemos ante la ciudadanía esta primera rendición de cuentas, cumpliendo con nuestro deber y nuestra vocación de servicio, diálogo y transparencia.
Asambleísta Nacional | Presidente de la Comisión De Justicia y Estructura del Estado | Movimiento Patria Altiva i Soberana. Visita mi Perfil
