Ante los duros y penosos momentos que atraviesaron nuestros hermanos por el terremoto del 16 de abril de 2016, en la Costa ecuatoriana, se debe aclarar que quienes han sobrevivido luego de haber afrontado el momento del sismo, presentan trastornos ansioso depresivo denominado estrés postraumático. Este se caracteriza, entre otros, por un recuerdo sin control de los momentos trágicos, sentimientos de ira, falsa inutilidad, insomnio, irritabilidad, hiperactividad, confusión, pesadillas terroríficas y en especial depresión profunda.
Y tomando en cuenta que la depresión es la principal causa de problemas de salud y discapacidad en todo el mundo. Según las últimas estimaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), más de 300 millones de personas viven con depresión, con un incremento de más del 18% entre 2005 y 2015.
La falta de apoyo a las personas con trastornos mentales, junto con el miedo al estigma, impiden que muchos accedan al tratamiento que necesitan para tener vidas saludables y productivas.
En las Américas, cerca de 50 millones de personas vivían con depresión en 2015, alrededor del 5% de la población. La depresión afecta a todos. No discrimina por edad, raza o historia personal. Puede dañar las relaciones, interferir con la capacidad de las personas para ganarse la vida, y reducir su sentido de la autoestima, Sin embargo, incluso la depresión más grave se puede superar con un tratamiento adecuado.
Mi preocupación por la salud de nuestra gente es un asunto de todos quienes formamos parte de los poderes del Estado y en cumplimiento a lo que establece la Constitución Política de la República del Ecuador, la máxima norma que rige el ordenamiento jurídico nacional; que en su Art. 32 establece, “La salud es un derecho que garantiza el Estado, cuya realización se vincula al ejercicio de otros derechos, entre ellos el derecho al agua, la alimentación, la educación, la cultura física, el trabajo, la seguridad social, los ambientes sanos y otros que sustentan el buen vivir.
El Estado garantizará este derecho mediante políticas económicas, sociales, culturales, educativas y ambientales; y el acceso permanente, oportuno y sin exclusión a programas, acciones y servicios de promoción y atención integral de salud, salud sexual y salud reproductiva. La prestación de los servicios de salud se regirá por los principios de equidad, universalidad, solidaridad, interculturalidad, calidad, eficiencia, eficacia, precaución y bioética, con enfoque de genero y generacional”.
Ante los antecedentes antes expuestos, en estricto apego a las disposiciones de los artículos 120 numeral 9 de la Constitución de la República y del articulo 75 de la Ley Orgánica de la Función Legislativa, en mi calidad de legisladora por la Provincia de Manabí, y en cumplimiento a mi misión de legislar y fiscalizar; solicité la siguiente información:
Estadísticas totales y por provincias, por etnias, edades y condición socio ecomómica; de los casos de depresión en las personas con discapacidades atendidos por el CONADIS.
Número de carnets emitidos por su institución por este trastorno.
Número de casos de fallecimientos, relacionados con suicidios en que las causas se presumen sea la depresión en estos grupos de atención prioritaria.
Principales causas que provocan la depresión.
Grupos más suceptibles a este trastorno.
Póliticas y programas llevados a cabo por la Institución que usted tan acertadamente preside; a fin de prevenir tratar y rehabilitar los casos de depresión.
Asambleísta por la provincia de Manabí | Integrante de la Comisión De Educación, Cultura y Ciencia y Tecnología | Alianza PAIS - Unidad Primero Visita mi Perfil
