Asambleísta por la provincia de Pichincha | Visita mi Perfil
Ecuatorianos, festejamos a Quito, sobre todo, porque es el símbolo de nuestra unión. Acá, miles de nosotros de todas partes de la Patria unimos nuestras voluntades y sueños para juntos construir un mejor país. Un país que este preparado para: recordar que esta fecha –precisamente- es parte de nuestra historia dolorosa; que no permita el olvido de la sangre derramada para abolir a nuestros antepasados que ya poblaban estas tierras varios siglos antes de la llegada de los conquistadores; y, que mantenga intacta las costumbres y la arquitectura resultado barroco de la valentía de esos pueblos masacrados y a quienes les debemos no solo las tradiciones, mitos y leyendas que nos rodean sino toda la belleza del patrimonio de esta ciudad, que ha sido elogiada a nivel mundial con varios reconocimientos...
Todos estarán de acuerdo que la impunidad con la que han actuado los agresores contra la mujer no solo agravó los efectos de la violencia contra nosotras sino que perpetuó estas agresiones en diferentes ámbitos, y quiero recalcar en aquello, porque parece que muchos aún creen que la violencia contra la mujer empieza y termina en el femicidio. Se equivocan. La violencia se ha enquistado en nuestra cotidianidad fundando una sociedad que no reacciona y que por lo contrario celebra el abuso.
Que hablen las mujeres, y no en voz baja. Que sean las voces de las víctimas que trataron de silenciar las que hoy, más que nunca, se escuchen y se tomen este pleno para decir: “Ni una menos”.
Es momento de empoderarnos, no solo porque promover la igualdad de género sea un aspecto fundamental en una sociedad respetuosa con los Derechos Humanos sino porque se lo debemos a todas aquellas que no lograron sobrevivir a la manifestación más grave de discriminación y violencia contra las mujeres: el Femicidio.
Una rueda de prensa fue el escenario donde los asambleístas Marcela Holguín y Pabel Muñoz, del distrito centro-norte de Quito, dieron a conocer su pronunciamiento sobre el proyecto de movilidad Quito cables, que se construirá en el noroccidente de la ciudad por iniciativa del Municipio del Distrito Metropolitano.
Desde 2008 Ecuador forjó una nueva forma de convivencia basada en la diversidad y el respeto, en la inclusión y la participación. En los 10 años de Revolución Ciudadana se ha gobernado de la mano del pueblo, con él, para él y por él. Prueba de ello es nuestra Constitución del Buen Vivir aprobada por la mayoría de los ecuatorianos, que es uno de los principales resultados de gobernar para los desposeídos, no para las élites; beneficiar a los pobres, no a los que más tienen; trabajar por el bien común, la equidad y la justicia social y no para los intereses de unos pocos.
No podemos ser partícipes del silencio. El femicidio es una violación a los Derechos Fundamentales consagrados en nuestra constitución como el Derechos de Libertad, contemplado en el Art. 66. que reconoce y garantiza a las personas: el Derecho a la inviolabilidad de la vida y la integridad personal, que incluye la integridad física, psíquica, moral y sexual. Además del Derecho a una vida libre de violencia en el ámbito público y privado.
El jueves pasado vimos con indignación cómo la prepotencia y la ignorancia de quien creyéndose superior denigró y humilló a uno de nuestros máximos referentes deportivos: me refiero a Felipe Caicedo, mostrando de esta manera hasta qué nivel puede llegar la bajeza humana.
Me pregunto ¿cuántas veces más tendremos que levantar nuestra voz contra el racismo?, ¿cuántas veces más deberemos poner freno a las intenciones de explotación y sometimiento de unos cuantos desubicados que niegan la importancia y participación de todos los pueblos ancestrales en la construcción del estado, sin llegar a comprender que el genero humano es uno solo. Pues deberemos levantar nuestra voz de protesta las veces que sean necesarias para exigir el cese de la humillación, la discriminación y el racismo!!!
Son innegables los avances que se han dado en materia de seguridad durante estos 10 años y creo que es importante que todo esfuerzo que venga, precisamente, a fortalecer temas de seguridad deben ser tratados de manera objetiva por parte de la Asamblea Nacional.
Solamente para poner algunos ejemplos (para tranquilidad de aquellas personas que creen que vivimos en un país similar a Venezuela o que podemos ser como Venezuela), hablemos de las cifras que nos van a decir en que lugar estamos en el ámbito de la seguridad y cuánto se ha avanzado durante estos 10 años. Lo decía, por ejemplo, mi compañera Doris Solís. Son 48 veces más la inversión que se ha dado a este sector durante estos 10 años. 26 mil millones de dólares destinados al sector de seguridad, una cifra realmente incomparable si tomamos en cuenta lo que se invertía en Gobierno anteriores en materia de seguridad. Inversión que se refleja de manera positiva en muchos aspectos. Por ejemplo: